Las campañas políticas están en todo su apogeo y a estas alturas el electorado en general, ya deberá tener una visión por el candidato y partido que habrá de sufragar en las elecciones de este 5 de julio.
Sin embargo, quedará en manos de cada aspirante a un puesto de elección popular, la tarea de llamar la atención de muchos ciudadanos que aún están indecisos y que esperan solo alguna luz que los ilumine para no votar nada mas por hacerlo, sino por la persona que en realidad garantice los intereses de la colectividad.
Esta por demás decir que la mayoría, por no decir que casi todos los aspirantes, están bajando el cielo y las estrellas al pueblo por el que suspira, auque solo sea en estas fechas, y con tal de ganar el voto de confianza prometen, lo que saben, no podrán cumplir una vez en el cargo que afanosamente buscan hoy sin medir las consecuencias de su labor proselitista y demagoga.
Otros pocos en cambio, los que verdaderamente cifran su hacer y quehacer en pro de la colectividad y que aspiran llegar a altos vuelos en la fascinante política, trabajan durante la campaña con la visión de que el prometer lo inalcanzable, solo les podrá traer problemas y descalabros luego del ejercicio mediocre en el que se habrían de inmiscuir, luego de resultar falsos y mentirosos tras no estar en condiciones de cumplir algo que por la calentura del momento y efervescencia de la campaña política prometió, sin medir los alcances de sus consecuencias.
Todos, los buenos candidatos y los que no son tan buenos, junto con sus institutos políticos, saben que hay un juez que se llama “JUAN PUEBLO”, (así entre comillas y con mayúsculas) al que en la actualidad nadie puede engañar y que cuando por alguna razón se le engaña, su cobro será y es infalible en épocas como la que hoy se vive en algunas partes del país y en todo el estado.
El análisis deberá ser pues, entre los personajes que ya han ejercido una labor de gobierno o representación popular con las armas del trabajo, honestidad y lealtad al pueblo por quien lo hicieron, así como por los que inician una trayectoria y que sin mérito o con el, andan en estas farándulas que nada tienen qué ver con el teatro o el cine porque todo esto, el ejercicio de gobierno y de las campañas políticas para llegar a ello, son una verdadera realidad, como realidad será el resultado final de las mismas (las cmapañas).
Y es qué, la verdad, aunque muchas veces tarda, siempre llega.
Queda pues en el aire el exhorto, llamado, la invitación muy cordial para que quien aspire y ande buscando en estos tiempos algún puesto de elección popular, y realice un alto en este peregrinar al que ya le resta menos de un mes, para que visualice desde fuera de si mismo, el camino recorrido y ver qué tanto se ha avanzado, que ejercite una auto evaluación, de su proceder, cuyo resultado sin duda será el conocer a sí mismo, y ver qué tantas mentiras ha utilizado como artimañas de un demagogo para ganarse la confianza del elector.
Sin embargo, quedará en manos de cada aspirante a un puesto de elección popular, la tarea de llamar la atención de muchos ciudadanos que aún están indecisos y que esperan solo alguna luz que los ilumine para no votar nada mas por hacerlo, sino por la persona que en realidad garantice los intereses de la colectividad.
Esta por demás decir que la mayoría, por no decir que casi todos los aspirantes, están bajando el cielo y las estrellas al pueblo por el que suspira, auque solo sea en estas fechas, y con tal de ganar el voto de confianza prometen, lo que saben, no podrán cumplir una vez en el cargo que afanosamente buscan hoy sin medir las consecuencias de su labor proselitista y demagoga.
Otros pocos en cambio, los que verdaderamente cifran su hacer y quehacer en pro de la colectividad y que aspiran llegar a altos vuelos en la fascinante política, trabajan durante la campaña con la visión de que el prometer lo inalcanzable, solo les podrá traer problemas y descalabros luego del ejercicio mediocre en el que se habrían de inmiscuir, luego de resultar falsos y mentirosos tras no estar en condiciones de cumplir algo que por la calentura del momento y efervescencia de la campaña política prometió, sin medir los alcances de sus consecuencias.
Todos, los buenos candidatos y los que no son tan buenos, junto con sus institutos políticos, saben que hay un juez que se llama “JUAN PUEBLO”, (así entre comillas y con mayúsculas) al que en la actualidad nadie puede engañar y que cuando por alguna razón se le engaña, su cobro será y es infalible en épocas como la que hoy se vive en algunas partes del país y en todo el estado.
El análisis deberá ser pues, entre los personajes que ya han ejercido una labor de gobierno o representación popular con las armas del trabajo, honestidad y lealtad al pueblo por quien lo hicieron, así como por los que inician una trayectoria y que sin mérito o con el, andan en estas farándulas que nada tienen qué ver con el teatro o el cine porque todo esto, el ejercicio de gobierno y de las campañas políticas para llegar a ello, son una verdadera realidad, como realidad será el resultado final de las mismas (las cmapañas).
Y es qué, la verdad, aunque muchas veces tarda, siempre llega.
Queda pues en el aire el exhorto, llamado, la invitación muy cordial para que quien aspire y ande buscando en estos tiempos algún puesto de elección popular, y realice un alto en este peregrinar al que ya le resta menos de un mes, para que visualice desde fuera de si mismo, el camino recorrido y ver qué tanto se ha avanzado, que ejercite una auto evaluación, de su proceder, cuyo resultado sin duda será el conocer a sí mismo, y ver qué tantas mentiras ha utilizado como artimañas de un demagogo para ganarse la confianza del elector.
Otros en cambio, observarán si su labor va encaminada por un sendero de provecho y efectividad, como resultado de su labor en busca de mejores niveles de bienestar, yendo siempre de la mano de promesas impregnadas de verdad y una verdadera vocación de servicio.
Porque de una cosa el electorado debe estar seguro, de que así como existen y se pasean por aquí y acullá los demagogos y políticos con infinidad de calificativos en contra durante la campaña, también existen estos últimos servidores que solo buscan el bien colectivo y al cual ya ha identificado casi en su cabalidad don JUAN PUEBLO, quien será el único juez este 5 de julio.
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